¡Ding dong!

Con y sin campanas afinadas


Con recursos de este tipo, potenciamos la organización e interpretación del entorno. El sonido del timbre es un elemento muy claro de una situación cotidiana. El juego de abrir y cerrar la puerta permite sentir la vivencia de la presencia y la ausencia, el estar y no estar, la unión y la separación. Y el momento de la estrofa cantada por el animalito que estaba tras la puerta ¡siempre sorprende!

Tras 9 meses, refrescamos con Mati y Alicia el recurso del ¡Ding, dong! pero esta vez introduciendo las campanas afinadas como representación del sonido del timbre. Es un elemento más de interacción, de trabajo cognitivo y de discriminación auditiva.

Con esta canción trabajamos el juego simbólico. Cada uno tiene un papel: una toca las campanas, otra abre la puerta, otro porta la marioneta y otros cantan. Vamos cambiando los roles cada vez que lo repetimos y las niñas muestran a sus compañeros, que no habían hecho antes esta actividad, la dinámica del juego.

Entradas relacionadas